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El rincón de pensar

La enseñanza-aprendizaje en el aula

La enseñanza-aprendizaje en el aula

“La educación según Vygostky, es un instrumento decisivo para el desarrollo de las personas y, por eso debe ser comprendida y diseñada desde esta perspectiva. Se trata de educar para desarrollar capacidades en las personas que las hagan competentes en un contexto social y cultural determinado” (Vila, 2001). Entendiendo por desarrollo un cambio duradero e irreversible universal, que se da en cualquier individuo de cualquier lugar, independientemente del contexto físico.

La teoría de Vygostky respecto al papel que juega el medio social en la construcción del conocimiento y el estudio de la conducta humana en contextos naturales, es completada por la corriente de la psicología ecológico-contextualista, cuyos máximos representantes fueron Brofenbrenner y Feuerstein, centrándose en la interacción entre el ambiente y el individuo. Brofenbrenner da énfasis a las relaciones entre el contexto educativo y el familiar. Mientras que Feuerstein, que señala el papel de mediador del maestro entre los diferentes contextos.

El contexto se puede definir como una estructura en la que sus componentes se entretejen y adquieren sentido en función de la totalidad en una cultura y momento histórico concreto. Estos contextos no son realidades estáticas, mas bien experimentan una evolución a medida que los individuos que están en ella avanzan y se desarrollan.

 

Uno de los contextos puede ser la escuela, no como simple institución portadora de conocimientos que permite asegurar la transmisión de la cultura de generación en generación, sino contribuidora al desarrollo de los más jóvenes, durante un largo periodo de vida donde estos individuos son más susceptibles y moldeables.

Lo que caracteriza estos contextos educativos, son que un adulto se interpone entre el niño y el mundo que le rodea con la finalidad de desarrollar la personalidad del niño, facilitarle medios de integración en el entorno y en las condiciones más favorables. Para conseguir estos dos objetivos es necesario recurrir al lenguaje como instrumento psicológico (necesitamos de él para aprender, conocer, pensar, etc.) y cultural (nos permite comunicar nuestras creencias a los demás y negociarlas dado que existen conocimientos no-científicos que requieren de una inferencia a nuestro saber). Así mismo el lenguaje también es considerado como órgano creador de la cultura y es la característica que hace claramente humana la conducta de las personas, con el que se pueden transmitir los conocimientos, explicar y modificar la enseñanza-aprendizaje, partiendo de unas reglas básicas de comunicación e interacción no inmutables, gracias a una contextualización del diálogo y un intento de simetría del lenguaje por parte del maestro para  acercarse más al alumno y saberle transmitir las ideas. Esto quiere decir que el lenguaje se utilizará como instrumento del profesor y del alumno para co-construir el saber. El maestro en todo momento será el modelo a seguir por sus alumnos, debe pasar de instructor-expositor a simplemente estar presente en el aula con total disponibilidad, motivando y orientando a sus alumnos en el aprendizaje de tal forma que éstos se sientan seguros y con confianza para seguir aprendiendo, y para que los alumnos co-construyan los conocimientos entre ellos a partir de su propia experiencia, adquiriendo destrezas de cooperación, resolución de conflictos, solicitud de ayuda y control mutuo de aprendizaje, donde siempre estará presente el lenguaje primero como una adquisición de las nociones expuestas a partir de la conversación acumulativa, seguidamente dialogando e intercambiando opiniones con los demás a través de la conversación de discusión, luego reflexionando sobre todas las conclusiones con una conversación exploratoria, finalizando con la interiorización de dichas conclusiones; consiguiendo así el objetivo que deberían tener las esuelas de crear seres pensantes.

 

Uno de los objetivos que persigue la escuela es el de contribuir al desarrollo de las habilidades comunicativas de los niños en diferentes lenguajes (verbal y no verbal) y formas de expresión. De ahí la necesidad de conocer el proceso que siguen los niños en su desarrollo lingüístico para que el docente favorezca la comunicación creando experiencias estimulantes, positivas y enriquecedoras. Por ello debemos hacer un buen uso del lenguaje y debe ser éste el centro en torno al cual gira el desarrollo humano, pues puede condicionar a un individuo en su aprendizaje y por tanto en su evolución. Como bien dijo Halliday (1993): “el aprendizaje del lenguaje no es sólo un aprendizaje más, también es el aprendizaje de las bases del aprendizaje”. Esto quiere decir que el lenguaje se aprende, pero si se interioriza el individuo podrá seguir aprendiendo ya que pensamiento y lenguaje están íntimamente ligados, es decir, para conocer nos servimos del pensamiento y viceversa, para pensar nos servimos del lenguaje. Al plantear que pensamiento y lenguaje van juntos puede surgir la pregunta de “¿qué fue primero, la gallina o el huevo?” o en este caso ¿qué fue primero el pensamiento o el lenguaje? Luego, según autores de la corriente piagetiana el lenguaje se considera como una manifestación del raciocinio ya que primero es necesario abstraer la realidad, es decir tener un pensamiento simbólico donde las ideas dependen de la acción y no tanto del lenguaje. Mientras, para autores de la corriente vyostkiana pensamiento y lenguaje comienzan a desarrollarse de forma independiente hasta que se fusionan. Por lo que no existe una teoría válida y verdadera acerca de ello.

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