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El rincón de pensar

Transiciones de la vida

No vemos las cosas tal como son, sino tal como somos

No vemos las cosas tal como son, sino tal como somos

Lo importante en la vida es REINVENTARSE. El hemisferio derecho del cerebro (creativo, autómata, la imaginación, la memoria visual...) está atrofiado porque educamos a las personas de tal manera que lo menguamos. Si no se trabajan ambos hemisferios se secan. Por eso, es improtante hacer ejercicio, buscar distintos caminos para llegar a un mismo punto, a pesar de que nos han educado sólo para seguir un camino; con el fin de ser creativo, cambiando las actitudes, generando ilusión y autoestima para realizar cosas, es decir, buscar la motivación dentro de cada uno y ante todo no ser pesimista.

El optimismo implica un cambio de paradigmas para acabar con lo que siempre se hace, volviendo otra vez a la reinvención. No escapar de los problemas/emociones, si no entrar en contacto con ellos, acercarnos a nosotros mismos y la realidad, captar la emoción (optimismo inteligente) que nos hace alejarnos o adaptarnos a la realidad (aprendizaje). De lo contrario, siempre estaremos huyendo y crearemos un falso optimismo para autoengañarnos de que las cosas funcionan o de que algún día pueden cambiar. Así que, Coaching es una metodología escapa de esto, busca lo bueno de cada uno, enfrentándose a la vida diaria, problemas y conseguiendo objetivos; viendo y sintiendo al otro. En el momento que se empieza con el coaching, se convierte en un estilo de vida. Para ello, es necesario salir de la zona de confort (tanto positiva como negativa, entendiéndose como lugar que se conoce y donde más o menos uno se siente seguro) e indagar /introspección de cómo somos, qué queremos… para acomodarnos en un lugar mejor. Lo que no cambia, empeora con el tiempo. En estos cambios existen 3 factores: yo, acción, resultado. Los cambios en los resultados de uno mismo a través de las acciones producen en ocasiones un cambio en el yo, y todos los cambios en el yo modifican todos los resultados. 

Antes de empezar esta metodología, hay que estar limpio mental y espiritualmente, es decir, resetear la mente para que no se sature y volverla a llenar, siempre quedándonos con aquello que nos sirve en cada reseteo. 

Centrarse en el aquí y ahora, es decir, en el mindfulness (atención plena), aunque el entorno sea multidisciplinar. Con esto pretendo decir que el individuo debe decidir a qué atiende y qué omite para continuar con el objetivo, activando más el lóbulo frontal del cerebro, y  sin dejarse llevar por sus vísceras que interrumpen la tarea. El uso del lóbulo frontal del cerebro es lo que nos diferencia de los animales. Controlar la mente y no dejarse llevar por ella pues hay muchas sensaciones que debemos saber cómo gestionarlo y no llevarnos por los impulsos. Si nos dejamos llevar tendremos una  Mente pendeja, (símil a un caballo desbocado).  

 

Volviendo al coaching, antes de empezar hay que tener claro lo siguiente:

-          El coaching no da consejos, pregunta. 

-          Trabajar con objetivos previos.

-          El coach acompaña al cliente: a dónde vas, cómo quieres ir, qué quieres, por qué, cuándo, a quién, para qué… 

-          Hacer preguntas abiertas para conseguir información y las cerradas para confirmar. 

-          Hacerse responsable de lo que uno dice y no generalizar a todos. 

-          Trabajar co humildad. 

-          Aclarar conceptos 

-          Postura corporal. 

 

Pasos en esta metodología: 

1º La persona quiere cambiar y tenerlo como objetivo. Objetivo SMART (específico, medible, alcanzable, real, sensible en el tiempo) que dependa de uno mismo. 

"A menudo no es el más inteligente el que sale adelante, sino el que se atreve",  Robert T. Kiyosaki

2º Comprometerse con ello, no con deseos, pues el coach no va a cambiarle la vida más de lo que el afectado pueda hacer. 

"La locura es seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes", Albert Einstein

3º Hay que construir (presente/futuro) para poder cambiar, por tanto no anclarse en el pasado. 

"Acostumbrarse  es otra forma de morir", Dulce Chacón.

4º Lo importante es lo que pasa después de la sesión de coaching (entre sesión y sesión)  que es donde se fraguan los cambios. 

"El hombre que no reflexiona no tiene tiempo de juzgarse a sí mismo." Barón de Holbach

5º Aceptación de los cambios. 

"La felicidad solo puede existir en la aceptación". Denis de Rougamont

Trabajar los juicios de uno mismo es lo primero que se hace en coaching, pues en el trasfondo de cualquier tema están las emociones, los juicios… y es lo que dañan a las personas cuando quieren cambiar. Por ello hay que tener en cuenta 3 factores: estímulo, respuesta y tiempo de respuesta. Este tiempo es necesario para meditar y relativizar si es el caso.  

 

También, hemos hablado en el escrito del Mindfulness, que pretende ayudar al coaching creando espacio, consciencia, atendiendo. Acogiendo y recibiendo las cosas que vienen a la vida, desde una perspectiva de aceptación (predisposición activa) y no de resignación (predisposición pasiva). 

Muchas personas viven vidas estresantes pero necesarias para subsistir, y no por ello se resignan, sino que lo aceptan, son conscientes de lo que necesitan, buscan tiempos para su mindfulness y para encontrar deleite en lo que hace.  Para ello, se necesita un entrenamiento en el propio estrés atendiendo a las sensaciones que recibe el cuerpo a través de los sentidos, pues las sensaciones son indispensables para el disfrute, es decir, atender al presente y no al futuro, disfrutando de las pequeñas cosas, y viviendo más despacio. 

Las estrategias que emplea el mindfulness son la relajación y la respiración.

La respiración es el mejor feedback para conocer nuestro cuerpo en cada momento.

Para realizar los ejercicios debemos tener en cuenta una serie de pautas que serán aplicables a cualquiera de ellos:

- Estar relajado y entregarse plenamente al ejercicio, sin prisas.

- Respetar el orden de los ejercicios

- Buscar el lugar y momento adecuado, siempre evitando las horas de la digestión.

- Repetir los ejercicios varias veces al día.

- No forzar los músculos hasta el final, haciendo que el proceso de respiración sea lo más natural posible.

- Se realizarán todos los ejercicios en principio en posición tumbado, después sentado y por último de pie.

- Se controlará la correcta realización del ejercicio colocando una mano en el diafragma (esta es la que debe moverse en la inspiración) y la otra en el pecho.

 

Ejercicios:

- Inspiración nasal lenta, paro unos segundos espiración bucal.

- Inspiración nasal tapando la nariz derecha, espiración bucal.

- Inspiración nasal tapando la nariz izquierda, espiración bucal.

- Inspiración nasal por la derecha, espiración por la izquierda.

- Tumbados colocamos las manos en el diafragma e inspiramos por la nariz suavemente, mantenemos unos segundos y espiramos por la boca. Notamos como se mueven las manos cuando el aire llega al diafragma.

- Inspiración nasal lenta dirigida al diafragma, retenemos unos segundos y expulsamos el aire en dos tiempos. El tiempo de parada nos permitirá coger fuerza y precisión con nuestro diafragma.

- Inspiración nasal lenta dirigida al diafragma, retenemos unos segundos y expulsamos el aire en tres tiempos.

- Inspiración nasal lenta, en dos tiempos y dirigida al diafragma, retenemos unos segundos y expulsamos el aire lentamente.

- Inspiración nasal lenta, en dos tiempos y dirigida al diafragma, retenemos unos segundos y expulsamos el aire en dos tiempos.

Nota: Repetiremos los ejercicios en posición sentada y de pie. También podemos variar los tiempos de inspiración y espiración.

 

También hablabamos de la relajación:

La relajación es una sensación corporal, sensorial y mental que nos provoca bienestar, quietud, calma, serenidad y tranquilidad interior.

Permite obtener un mayor grado de atención y percepción sobre las actividades cotidianas.

Escuchamos poco al cuerpo, lo que conlleva que manifieste su disconformidad con nuestro ritmo de vida de distintas maneras: dolores, tensiones, pinzamientos, gastritis, dolor de muelas, tensión muscular, agarrotamiento de los músculos del cuello, contracturas musculares, mareos, dolores de cabeza, etc.

Dependiendo del protagonismo de la persona ante la relajación, esta puede ser:

•      Activa: Yo misma me relajo: estiramientos, una ducha, auto-masaje, música, respiraciones, etc.

•      Pasiva: Alguien o algo externo me relaja: masajes, etc.

Asimismo, dependiendo de cómo mi cuerpo esté implicado en la relajación, ésta puede ser:

•      Global: Está implicado todo el cuerpo.

•      Local: prestamos más atención a una zona concreta; por ejemplo, los pacientes de tratamiento foniátrico suelen demandar masaje de hombros, cuello y laringe.

No hay una única manera de relajarnos.

1. Relajación física

De pie:

Permaneciendo de pie, con los pies algo separados –a la distancia de separación de los hombros-, separamos los brazos del cuerpo, alineamos la postura mirando al frente, con la mirada perdida.

Inspiramos profundamente por la nariz y dirigimos el aire al abdomen.

Hacemos un recorrido mental por aquellas partes de nuestro cuerpo que aún están más tensas. Tratamos de contraer esos músculos al inspirar, y relajarlos al espirar.

Sentado:

Estos ejercicios pueden realizarse en el autobús, el coche o el tren.

Perdiendo el cuerpo: Dirija suavemente los hombros hacia atrás. Inspire y sienta la apertura del pecho y el desplazamiento de las costillas. Levante los hombros y libérelos de tensión al bajar. Mueva la cabeza en un lento movimiento tratando de decir “si” y tratando de decir “no”. Primero más despacio, luego aprisa.

Otra forma de realizarlos sería en una silla o en el suelo con las piernas cruzadas, tratamos de dejar los hombros relajados y alinear las cervicales con el resto de la columna. La sensación buscada sería como si alguien externo nos tirara del hilo que sujeta nuestra cabeza.

Intentaremos mantener esa postura erguida y alineada y mantener una respiración profunda, rítmica y completa.

Tumbado:

a. La postura básica de relajación es sobre el suelo –no sobre un colchón- separamos ambas piernas unos 40 cm. Y dejamos caer los dedos de los pies hacia los lados. Los brazos los dejamos sueltos a ambos lados del cuerpo y con las palmas de las manos hacia arriba y los dedos ligeramente flexionados. La respiración ha de ser lenta, rítmica y diafragmática.

b. Tensión-distensión de Jacobson. Tumbados como se describe en la postura anterior. Recorremos mentalmente todas las partes de nuestro cuerpo. La consigna (auto-consigna también) sería:

“Inspiro, me concentro en mis pies, los tenso fuertemente… y al espirar, relajo mis pies. Mis pies están ligeros y relajados”-.

Continuar así, sucesivamente subiendo mental y físicamente por todas las partes del cuerpo: piernas, glúteos, caderas, pelvis, caderas, pecho, espalda, brazos, manos, hombros, músculos faciales, órganos internos, interior de la boca… terminamos con la secuencia en todo el cuerpo a la vez.

2. Relajación mental

En caso de tensión mental debemos inspirar lenta y rítmicamente unos cuantos minutos. La mente se irá calmando de forma gradual, hasta sentir una sensación parecida a la de flotar. Puede ayudarnos a ello cerrar los ojos y concentrarnos en el punto medio entre las cejas, para dejar la mirada perdida y calmar la mente. También podemos visualizar que nuestra mente es un lago tranquilo y relajarnos con la visualización del agua.

Para personas con dificultades a la hora de relajar la mente, les recomendamos la visita a un psicólogo terapeuta profesional para entrenar “Técnicas de parada de pensamiento”

3. Calentamiento y Estiramientos

En cualquier posición podemos estirarnos. Es, además, un reflejo muy sano y productivo, aunque nuestra cultura lo considere como una falta de respeto en público.

En ocasiones será suficiente con estirar las manos, entrelazando los dedos y subiendo los brazos por encima de la cabeza. El cuello también puede estirarse, cerrando los ojos y dibujando mentalmente una espiral con la nariz, primero en un sentido y luego en el otro., despacio para evitar marearnos.

Los hombros pueden moverse realizando rotaciones hacia arriba-abajo, atrás-adelante y en movimientos circulares.

Para realizar estiramientos de espalda y piernas, nos será muy útil ponernos de espaldas a una pared. Así, intentaremos alinear la postura y elevar la misma tratando de crecer en la supuesta huella que dejamos impresa.

Para flexibilidad en músculos faciales consultar el apartado de articulación: praxias.

4. Otras técnicas

Tai-chi, Meditación, Eutonía, Biodanza…

 

Realizar estiramientos relaja el cuerpo y la mente. Además, practicados diariamente produce los siguientes resultados (Anderson, 2000):

1. reduce la tensión muscular y relaja el cuerpo

2. ayuda a mejorar la coordinación de movimientos

3. aumenta la movilidad

4. contribuye a prevenir lesiones musculares

5. ayuda a mantener el grado de flexibilidad que tenía el músculo al empezar a practicar estiramientos

6. desarrolla conciencia corporal

7. evita el control de la mente sobre el cuerpo

8. produce bienestar

 

 

Bibliografía:

Somosasi.org à las cosas nos importan y queremos cambiar las cosas. 

Experiencingmindfulness.com 

CIVSEM 

 

 

 

CÓMO LLEGAR A SER UNA PERSONA AUTORREALIZADA

CÓMO LLEGAR A SER UNA PERSONA AUTORREALIZADA

Las personas autorrealizadas disfrutan de casi todo y no se quejan de casi nada. No se lamentan de sus errores pasados, sino que aprenden de ellos. Son gente que transmite energía positiva, que aprenden de todos y no necesitan enseñar a nadie, que utilizan lo que saben sin exhibirlo, que en lugar de criticar, comprenden y en lugar de castigar ayudan; son personas que viven el momento presente con intensidad pero sin tensión, con madurez pero sin reservas; son personas, en fin que viven con sana alegría desprovistas de histeria y compulsión.

 

Las personas autorrealizadas están libres de sentimientos de culpa pero aceptan sus responsabilidades. Los conflictos no les inmovilizan, sino que los resuelven de la forma mas adecuada posible porque se dan cuenta de que lamentar las cosas no sirve de nada y resolverlas de mucho. No se enfadan con el prójimo, ni intentan imponer sus criterios, declinan los enfrentamientos innecesarios sin necesidad de sentirse cobardes y saben distinguir perfectamente la valentía de la imprudencia.

 

Las personas autorrealizadas viven en presente, disfrutan del hoy pero no hipotecan el mañana, sino que lo esperan con optimismo. No hacen proyectos de futuro que signifiquen la renuncia del presente, ni pretenden lograr el éxito a través de los demás. Son autónomas e independientes, valoran la compañía pero no dependen de ellas, valoran las relaciones humanas basadas en el respeto mutuo, la comprensión y la colaboración pero saben disfrutar también de sus momentos de soledad. Actúan según sus criterios; puntos de vista y convicciones personales. No buscan la aprobación de los demás ni medran sobre ellos. Encuentran ocupaciones que están en sintonía con sus capacidades y el trabajo se convierte para ellas en una fuente de realización personal. No buscan honores aunque pueden conseguirlos, no esperan recompensas porque se sienten gratificadas en el acontecer diario.

 

Las personas autorrealizadas “mienten poco y para bien”, se informan antes de opinar y su juicio son fruto de la ponderación. Su les criticas no se ofenden, aunque si les atacas se defienden porque tienen claro que deben respetar y ser respetadas. No son esclavas de la moda, sino que van a su modo, tienen intereses propios que no siempre coinciden con los de la mayoría, aunque tampoco procuran distinguirse reactivamente. Aceptan y disfrutan la vida social, pero sin someterse a sus convenciones.

 

Tienen sentido del humor y lo utilizan en beneficio de una mejor convivencia, sin perderse en exhibicionismos innecesarios, saben que la vida es una cosa tan seria que necesita ser tomada un poco a broma. Saben que todo tiene un tiempo natural y encuentran el momento justo para hacer las cosas, porque saben que el momento justo es cuando las hacen. No se sienten ridículas nunca ni hacen que los demás puedan sentirse así. Saben que en la vida lo importante es el camino y que cuando se persiguen neuróticamente algo, se produce el efecto contrario al deseado. Saben esperar y retroceder, lo mismo que avanzar y convencer. Lo suyo no es conquistar ni ser conquistadas, sino convencer y ser convencidas, por eso no rechazan de entrada lo nuevo ni lo asumen acríticamente, sino que ponderan la convivencia de su aceptación.

 

Saben que son humanas y aceptan sus limitaciones. Asumen su aspecto físico sin disfrazarlo, aunque procuran mejorarse por medios naturales, lo que pueden cambiar lo cambian, lo que no, lo aceptan. Tienen bien establecido el principio de realidad y lo armonizan adecuadamente con el de placer. Disfrutan de todo pero no se esclavizan con nada, no creen en los paraísos artificiales, para ellas las drogas no tienen sentido, se sienten seguras sin la ayuda del alcohol, el tabaco, la marihuana o la cocaína, saben que el bienestar duradero sólo puede venir de dentro y cultivan su espíritu y su cuerpo, por eso son amantes de la naturaleza y se sienten parte de ella. Disfrutan de la grandiosidad de los elementos naturales, les encantan las flores y los animales, pero prefieren verlos en el campo o montaña antes que en un jarrón o una jaula. Cualquier cosa puede despertar su interés, saben que la facilidad está echa de cosas pequeñas y disfrutan viendo volar un  pájaro o una mariposa, los mismo ante una puesta de sol o un amanecer. Saben que el hombre se ha separado excesivamente de la naturaleza y procuran reconciliarse con ella haciendo caso a un proverbio chino:

“Si quieres ser feliz unas horas, emborráchate,

si quieres serlo una semana, mata una cerdo.

Si quieres serlo un año, cásate y

si quieres serlo toda la vida, hazte jardinero”

 

Hagámonos todos jardineros, cultivemos tanto el jardín del espíritu como el de a naturaleza para que nuestra vida implique, además de acción, sentido.

 

Texto extraído de:          Bolinches, A.: el cambio psicológico.

Barcelona, Kairós, 1995. Págs.: 243-246

 

BE YOURSELF

BE YOURSELF

¿Qué es ser adulto, idealmente hablando? Es avenirse a determinados sacrificios, renunciar a las pretensiones desorbitadas, aprender que mas vale derrotar los propios deseos antes que el orden del mundo (Descartes).

 

Es descubrir que el obstáculo no es la negación, sino la condición misma de la libertad, la cual, si no encuentra trabas, no es más que un fantasma, un capricho vano, puesto que tampoco existe si no es a través de la igualdad de los demás fundada en la ley.

 

Es reconocer que uno nunca se pertenece completamente, que en cierto modo se debe al otro, que socava nuestra pretensión a la hegemonía.

 

Es comprender, por último, que hay que formarse transformándose, que uno se fabrica siempre contra sí mismo, contra el niño que fue y que, al respecto, cualquier educación, hasta la mas tolerante, es una prueba que uno se inflinge para desprenderse de la inmediatez y de la ignorancia. En una palabra, volverse adulto – en el supuesto de que alguna vez se consiga – es rebajar nuestras alocadas esperanzad y trabajar para ser autónomo, para ser tan capaz de autoinventarse como de abstraerse de uno mismo.

 

Pero el individualismo infantil, por el contrario, es la utopía de la renuncia a la renuncia. No reconoce más que un único lema: sé lo que eres desde toda la eternidad. No te enredes con tutores ni trabas de ningún tipo, evita cualquier esfuerzo inútil que no ratifique en tu identidad contigo mismo, haz únicamente caso a tu singularidad. No te preocupes de reformas, de progresos, ni de mejoras: cultiva y cuida u subjetividad, que es perfecta por el mero hecho de que es tuya. No resistas a ninguna inclinación, pues tu deseo es soberano. Todo el mundo tiene deberes, salvo tu.

 

Así es la ambivalencia al Be yourself. Para ser uno mismo hace falta, además, que el ser pueda acontecer, que las posibilidades se actualicen, que no se sea todavía lo que un día se será. Ahora bien, se nos invita a valorizarnos sin mediación ni esfuerzo, y la idea de pagar con la propia persona para ganar el derecho a la exigencia ha entrado en un declive irremediable. Entregado a mí mismo, sólo tengo que exaltarme sin reservas: el valor supremo ya no es lo que me supera, sino lo que constato dentro de mí mismo.

 

Ya no devengo; soy todo lo que tengo que ser en cada instante; puedo adherirme sin remordimiento a mis emociones, a mis deseos, a mis caprichos.

 

Mientras que la libertad es la facultad de liberarse de los determinismos, yo reivindico fundirme con ellos al máximo: no planteo límites de ningún tipo a mis apetitos, ya no tengo por qué construirme, es decir, introducir distancia entre YO y YO; sólo tengo que seguir mis inclinaciones, fusionarme conmigo mismo.

 

Lo que produce un uso, a menudo equívoco, del término autenticidad puede significar que cada cual es para sí mismo su propia ley (Luc Ferry), pero también acabar legitimando el mero hacho de existir, la afirmación de uno mismo como modelo absoluto: ser es un milagro de tal magnitud que nos exime de cualquier deber o imperativo.

 

El reproche que cabe hacer a ciertas filosofías contemporáneas del individuo no es que lo exalten demasiado, sino que no lo exalten lo suficiente, que propongan una versión disminuida del individuo, que tomen la degeneración por una prueba de salud; es, por ultimo, olvidar que la idea de sujeto supone una tensión constitutiva, un ideal que alcanzar y que la impostura empieza cuando se considera al individuo como algo hecho, cuando todavía está por hacer.

 

Texto extraído de:  Bruckner, Pascal: La tentación de la inocencia.

Barcelona, Anagrama, 1996, Págs.: 107-108.

LA TRANSICIÓN, CLAVE DEL RELATO

LA TRANSICIÓN, CLAVE DEL RELATO

Una transición es la acción y efecto de pasar de un modo de ser o estar, a otro distinto del anterior. Representa un cambio de un estado a otro, y está fundamentada en sucesos y contigüidades. Los sucesos los denominaremos como elementos/acciones, que van encadenados y al que les sigue otro suceso. Si no se da esta contigüidad el futuro para el suceso llega a su fin.

 

Los sucesos pueden ocurrir de forma espontánea o forzándolo para obtener un resultado. Cuando se fuerzan estas situaciones, hay que detenerse y pensar en los actos siguientes y en lo que sucede en ese momento, para comprender mejor el contenido, el acto, o el suceso. Para explicarlo mejor, se empleará el ejemplo de la actividad que explica el autor al inicio del capítulo. En la actividad hay que leer leyendo la palabra siguiente. Esta situación genera un doble esfuerzo para aquellas personas que no están acostumbradas, se lee más deprisa y sin comprender el contenido de muchas de palabras. Por ello, hay que leer pensando en qué concepto seguirá a la palabra leída, pero también hay que comprender lo leído.

 

Otro ejemplo de transición, es el de hablar en público.  Este acto tiene el lugar y el contexto de otros sucesos y puede acarrear obstáculos o problemas, que alteran o llegan a bloquear el suceso/ encuentro social. Si se da por completo el bloqueo, el futuro para el suceso termina. Pero si se obstaculiza, el suceso tomará otras alternativas para continuar su trayectoria, pues la contigüidad es un camino del que parten otros caminos y atajos que llevan a la misma meta.

Lo que da a entender el autor, es que cada persona tiene un montón de transiciones que seguir, unas se bloquearán porque se ha conseguido la meta y otras se pueden conseguir de una forma más o menos fácil. Por ello, ante un bloqueo hay que escapar, mediante saltos de pasos, digresiones o una amplia/estrecha secuencialidad, que permiten la linealidad del discurso.

Ø      Cuando una persona tiene prisa por algo, a menudo intenta obtenerlo saltándose pasos que normalmente seguiría. Esta situación hay que diferenciarla del ritmo individual de cada uno, pues dependiendo de este ritmo los pasos que se den pueden ser más rápidos o innecesarios. Esto difiere de las posibilidades que ofrece la sociedad intentando homogenizar y amenazando así la individualidad. Por ello, hay que atender a cada discurso de una forma diferente, dándole importancia al proceso, entendiendo los factores que aparecen durante el proceso, y no centrase en la meta que se quiere conseguir, pues existen una serie de pasos que nos serán necesarios. De lo contrario, generan conclusiones erróneas que pueden frustrar. Si se da el caso, hay que ser humilde tanto con los éxitos, como con los errores, ya que son los que dejan espacio para la culpa y el perdón, siendo un antídoto para la vergüenza.

Ø     La digresión consiste en salir por la tangente a lo que ocurre. Estas situaciones son más comunes en personas que no quieren tratar el tema que atañe en ese momento. Cuando se deja abierto el paso a lo inesperado o a estas situaciones, aumentan las posibilidades de que se presenten. Por otro lado, la digresión no es mala si es momentánea y si se vuelve a la meta originaria. En el encuentro social sirve como una vía de escape para relajarse, distraerse y que no afecte emocionalmente el tema que se trata.

Ø     Ampliar/estrechar la secuencia, se refiere al tiempo que se tarda en percibir las consecuencias de un hecho. Se puede contar un relato de forma muy concisa, con alto contenido y alta carga emocional, o se puede alargar dependiendo de: lo acostumbrado (espontaneidad hacia el encuentro informal entre personas, donde se desarrolla la secuencia sin esfuerzo consciente), lo preparado (recursos de una personas para afrontar un encuentro social), el pensamiento (tiempo dedicado a las propias ideas alejándolo de sentimientos y actos), la asimilación (integrar conocimientos a lo ya adquirido) y la oportunidad (situaciones que permiten que se de ese encuentro) de cada uno. Es importante controlar estos dos intervalos de tiempo, puesto que pensamos y ansiamos que todo suceso tenga un final y eso nos transmite tranquilidad. Cuanto más cortos sean los intervalos mayor afán por la contigüidad, lo contrario genera un suspense que puede ser difícil de tolerar y que desemboque en el abandono del que escucha el discurso.

Así mismo, el discurso ha de transcurrir lentamente, permitiendo cambios y retiradas, pero sin descuidar lo que sucede entre el ahora y el después.

 

 

Teniendo en cuenta estos conceptos sobre la linealidad de las transiciones, se podría pensar que una vez logrado el fin de hablar en público, se bloquearía pues el discurso se acabaría. Pero realmente ninguna meta alcanzada se bloqueará como motivo de su logro, sino que no será una meta, pues llegada a una situación similar se encenderán nuevas nostalgias que establecerán nuevas metas, tratando de llegar al final, donde se encuentre el sentido de lo que se busca/pretende. El bloqueo no está en la mente del ser humano, ya que, aun cuando, no se desee saber más, sigue existiendo una curiosidad primaria que nos  empuja a plantearnos lo que ya sabemos.

No existe conclusión feliz o trágica, pues la conclusión es el nirvana entre todos los contrastes de las diferentes visiones de la realidad, dejando una sensación nueva de nuestra existencia. Esto no consiste en que la unidad de la experiencia se convierta en una palabra, un sonido, un/una… carente de de sentido como dice el autor, sino de generar la conclusión de la palabra, el sonido, el/la…

 

No sólo es importante lo que se cuenta, sino también cómo se pone en escena. Toques de humor, alegría, tristeza, gestos y movimientos con el cuerpo, empleo de otros objetos, pueden hacer más o menos atractivo lo que se cuenta, y crear una situación de suspense que genere en el receptor expectación. También es importante destacar la necesidad de atender a las demandas de los receptores del mensaje, de tal forma que cada uno vaya por caminos distintos pero a la vez parejos para llegar a la misma meta, de lo contrario se puede perder.

 

Se puede hablar en público sin ningún temor y con soltura, controlando todo lo que hay a nuestro alrededor, el conocimiento y a nosotros mismos; pero en el momento en el que nos fuerzan a esa situación, si anteriormente no se ha comprendido los diferentes factores que entran en juego cuando se hablan en público, esta situación puede ser caótica. Hablar en público no consiste simplemente en dejar que las palabras fluyan de nosotros mismos, hablar de cosas intranscendentes y terminar cuanto antes para volver a un lugar donde nos sintamos seguros (nuestro anclaje). Si no que hay que dedicar el tiempo que nosotros creamos necesario, emplear elementos que nos puedan ayudar a explicarnos, escuchar primero a los demás para hacer más fácil la tarea de hablar en público ya que se tiene una orientación de cómo actuar ante esa situación, seguir una linealidad amplia en su secuencia o estrecha sin saltarnos pasos, emplear digresiones, tener un anclaje que nos haga sentirnos seguros mientras hablamos y no depender de la suerte pues, como dice el autor, genera la impresión de que no tiene nada que ver con lo que hacemos, ya que los desencadenantes de que el transcurso sea de una u otra manera, no es la suerte sino la disposición que hacemos de ellos para que surja lo que esperamos. Todos estos factores hay que comprenderlos mientras se vivencian para dominar este encuentro social y no que el encuentro nos domine.

 

 

            En el texto también habla de cómo lleva a cabo la tarea de indagación un terapeuta, y hay que destacar que esta profesión implica ir más allá, sentir lo que se hace, implicarse a todos los niveles afectivo, emocional, intelectual, personal y sentir vocación.

 

El autor, como terapeuta, creo que intenta expresar que es difícil no caer en la tentación de dirigir, de marcar el camino, es difícil orientar para que cada uno recorra su sendero personal, sus inquietudes, su bagaje personal, social, su carga emocional, pero debe ser una meta, ofrecer posibilidades para que cada cual cultive sus expectativas; investigar, ayudar a que el sujeto busque aquello que más se adapta a su forma de ser, a su estilo de ver y comprender el mundo, tender redes y puentes que faciliten esa construcción de conclusiones. Para ello, explora y reflexiona sobre cómo llevar a cabo su profesión estableciéndose hipótesis sobre el proceso. A veces resulta complejo tomar esos hechos y subjetivarlos, salir fuera de ellos y analizar qué está ocurriendo. Pero imagino que siendo conscientes de ello, podemos analizar, reflexionar ver el qué, el cómo y el por qué.

 

 

 

 

POLSTER (2003): “Cada vida merece ser una novela”. Capítulo: la transición, clave del relato. Los libros del CTP.

Pasa el tiempo

Pasa el tiempo

La mejor visión que podemos tener sobre la vida es desde la vejez, pues relata el significado de la niñez, adolescencia y adultez, establece estas etapas, explica la evolución y la importancia de cada una de ellas, analiza con mayor detalle el significado de la familia y cómo este nos acompaña a lo largo de toda la vida, desde que nacemos hasta nuestros últimos instantes de vida.

 

Las personas mayores quieren estar a solas con sus pensamientos; de lo que han sido y podían haber sido, de sus pensamientos positivos y negativos acerca del pasado, que sin quererlo surgen al consciente. Pero, ¿por qué? Tal vez, tienen miedo a que todo termine y se encuentran vacíos por no haber conseguido todo aquello que querían y podían haber logrado. Por ello viven en sus recuerdos.

No cabe duda que lo que marca a un individuo es su pasado, pero hay que asumirlo al igual que el ciclo de la vida para seguir viviendo, puesto que la vejez constituye una etapa más de la experiencia humana y, por lo tanto, puede ser positiva tanto desarrollo individual y social.

El apego

John Bowlby parte del supuesto de que la conducta de apego se organiza utilizando sistemas de control propios del sistema nervioso central, nos permite comprender de qué manera las condiciones de seguridad emocional en la infancia contribuyen al óptimo desarrollo del individuo. Sin embargo, el apego también tiene una gran importancia en el resto del ciclo vital.

 

Los estilos de apego se desarrollan tempranamente y continúan a lo largo del ciclo vital, y a través de las generaciones, permitiendo codificar y organizar la información acerca de sí mismo, las figuras importantes y los distintos eventos emocionales. Existe la tendencia a responder conductual y emocionalmente situaciones con el fin de permanecer cerca de la persona que nos cuida y protege de toda clase de peligros. Aquellos que poseen estas tendencias tienen más probabilidades de sobrevivir y de poder traspasar dichas tendencias a generaciones posteriores. Sin embargo, los patrones de apego pueden cambiar en función de acontecimientos alteren la conducta de los individuos que formen parte de la relación de apego. Por eso, resulta importante la figura del primer cuidador, ya que el tipo de relación que se establezca entre ésta y el niño será determinante en el estilo de apego que se desarrollará (generalmente). No obstante, otras figuras significativas pasan a ocupar un lugar secundario y complementario, lo que permite establecer una jerarquía en las figuras de apego.

 

Las diferencias individuales en los patrones de apego tienen implicaciones en la calidad de las relaciones en la edad adulta, ya que durante el desarrollo social se construyen modelos afectivos y cognitivos de sí mismos a partir de los cuales se desarrolla la personalidad y la interacción con las demás personas. De esta forma, determinadas características presentes en las dinámicas relacionales que establecen las personas, guardan una estrecha relación con sus estilos de apego individuales. Esto significa, que la característica más importante para el desarrollo de una relación estrecha se relaciona con la persona significativa de cada uno, de manera que cuando nos vinculamos a otra persona elegimos a alguien similar a nuestra figura de apego más significativa que nos transmita seguridad y protección proporcionándonos la salud mental.

 

Esta salud mental en una relación de pareja es recíproca, es decir, que uno busca en el otro este factor, y para ello es necesario un índice alto de intimidad, pasión y compromiso, pues estas características se transmiten mutuamente y facilitan que la otra persona las sienta.